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Atentos a Carmena

Y con un 7% de voto emitido se aprueba la moción. ¡Ea!, y la Gran Vía madrileña peatonal porque lo han decidido cuatro y el de la guitarra. Y viva la democracia de la alcaldesa de Madrid y ole por esa nueva formula de participación ciudadana en la que cualquier paisano mayor de 16 años vota hasta la última perogrullada para mayor gloria del populismo barato.

Esta es la nueva forma de hacer política en el ayuntamiento de Madrid, una fórmula sibilina de conseguir unos fines políticos con cuatro votos y medio que roza la perversión de la democracia. Claro, porque someto un tema que me interesa a consulta, lo votan quienes andan movilizados políticamente a favor de la cuestión y con un porcentaje exiguo de votantes, y aún menos de apoyo, me salgo con la mía. Y la Gran Vía, peatonal… Y Felipe VI, sin parque… Y el billete de transporte…, único. ¿Y los toros...., prohibidos?

Esta es la cuestión. Porque si como parece evidente, la alcaldesa Carmena y su troupe anda a bastonazos con el toreo desde el minuto uno, es solo cuestión de tiempo que el temita de la prohibición aparezca en las consultas populares madrileñas. A lo más tardar, 2018. Dirá algún tonto de guardia que todos son libres de ir a votar y que si no lo hacen es su problema y a asumir las consecuencias. Perfecto pero es que ese 95 % que no anda movilizado políticamente a favor de determinado partido y de determinada ideología, y que tiene otras muchas cosas que hacer a lo largo del día antes que politiquear, emitió su votó en unas elecciones municipales para que defendiera sus intereses un partido que en su programa avisara de lo que pretendía. ¡Vualá!, y los concejales hacen su trabajo. Pero luchar en un pleno es otra cosa, ¿verdad mis queridos podemitas? Supone confrontación de ideas, debate previo, pactos y mayorías. Y así no sale la cuenta.

Los toros son tema estrella en las inquinas de la new wave política. Y porque se han ciscado en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, han despreciado el palco municipal de las Ventas y no quieren ni oír hablar de promoción del toreo con dinero público, tampoco el de quienes sí aman la Fiesta y pagan impuestos religiosamente, es evidente pensar que lo próximo a destruir son los toros. Quizá el toreo deba ir preparando fórmulas para que un 7 % no acabe con la Feria de San Isidro o cualquier rastro de toreo sobre la capital de España. Es cuestión de tiempo que la consulta salga a la luz. Por cierto, ¿alguien puede proponer como nueva votación ciudadana que se baje el sueldo a la alcaldesa? Con cuatro votos se apaña el tema. A ver qué piensa…