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Periodistas con bufanda

Uno de los grandes males del periodismo político en España es que en los últimos años ha copiado el principal defecto de buena parte del periodismo deportivo: informar con la bufanda puesta. Hay compañeros de profesión que parecen hinchas futboleros defendiendo a un partido.Y eso pasa en la izquierda y pasa en la derecha. Los bufanderos andan estos días dando clases a sus lectores, oyentes o televidentes sobre porque tienen que votar a fulanito o a menganito. Donde mejor se aprecia esta circunstancia es en las redes sociales. Allí, periodistas hechos y derechos, con amplio currículo profesional, dan jabón a su candidato favorito y atizan a los rivales sin ningún miramiento, haciéndonos creer que las cosas son blancas o negras. Es imposible que uno lo haga todo bien y el resto todo mal, pero ellos nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Durante los debates de estos días me los imagino ‘googleando’ a toda pastilla en busca de argumentos para rebatir la opinión de unos o para reafirmar el planteamiento de otros. Si Rajoy habla de pensiones, le sacan los datos sobre el agujero de la caja única; si Pedro Sánchez arremete con la corrupción, le mentan los Eres, y así con todo. No se libran ni Rivera ni Iglesias, en el punto de mira desde que las encuestas han dicho que van a sacar un importante puñado de diputados. De aquí al domingo 20 todavía nos queda mucho recorrido; el debate cara a cara y los últimos días de campaña, donde los bufanderos sacarán toda la artillería para convencer a los que todavía no lo están. Empezará la guerra de nervios. Estoy seguro de que mientras lee esta columna le habrá venido a la mente el nombre de algún periodista con la bufanda puesta. Y sino, entre en Twitter y pronto lo encontrará. Así que solo nos queda esperar al día 20 y ver su reacción. El domingo por la noche habrá comentarios jocosos en la victoria y comentarios hirientes en la derrota, porque si no votamos lo que ellos quieren, dirán que somos idiotas.