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El Congreso del Amor de 2017 se volcará con los 800 Años de los Amantes

Alejandro Palomas, Cristina Hernández y Pablo Herreros, durante la primera pnencia de ayer con las imágenes de sus perros detrás.

El Congreso del Amor con Mayúsculas de 2017 se volcará con la celebración del 800 Aniversario de los Amantes.

El Congreso del Amor con Mayúsculas de 2017 se volcará con la celebración del 800 Aniversario de los Amantes. Así la avanzó ayer el director de Cadena SER en Aragón, Chema Tejerina, que hizo balance de la tercera edición que concluyó ayer de forma positiva. "Con esta edición el congreso se ha consolidado", comentó aunque reconoció que había habido algo menos participación que en la edición anterior, y lo achacó a la meteorología. También explicó que finalmente el escritor Albert Espinosa no había podido venir por motivos de salud.

Unos 140 inscritos vinieron a las tres sesiones del congreso, de diferentes provincias españolas. "Algunos de ellos repiten de otras ediciones o han estado también en otros congresos del bienestar, que la Cadena SER organiza en cinco lugares diferentes", apuntó. Los congresistas suelen ser parejas mayores, con nivel adquisitivo e intelectual, muy interesados en los temas que se abordan.

Esto supone una revulsivo económico para hoteles y restaurantes del Centro Histórico durante este fin de semana.

A los que participan en todas las sesiones, se suma los que acuden a sesiones sueltas. La asistencia de los propios turolenses se nota más en las conferencias de personajes más mediáticos, como ocurrió este sábado con la charla de Boris Izaguirre y Jorge Sanz o el año pasado con la del Gran Wyoming y Santiago Segura.

Por eso, para el próximo año Tejerina adelantó que están pensando en traer personajes conocidos pensando en el público local y en la celebración del 800 Aniversario, en equilibrio con otras ponencias de temas de interés en torno al amor.

Sobre las fechas comentó que será en otoño, como en estas ediciones, aunque se tratará de adelantar las fechas para tratar de evitar el mal tiempo.

La sesión de ayer giró en torno a dos ejes: el amor a los animales y el amor consciente. En la primera intervinieron el escritor Alejandro Palomas y el antropólogo y sociólogo Pablo Herreros que mantuvieron un diálogo con la periodista Cristina Hernández.

Alejandro Palomas, autor de la novela Un perro, donde convirtió al animal en protagonista de la novela, aunque sin darle voz, contó la relación especial con su mascota, Rufo, un Golden de 13 años. "Nunca había tenido un perro y para mí fue un descubrimiento personal", afirmó para revelar que su convivencia con él le ha ayudado a "interactuar con la gente".

Advirtió que el peligro es "humanizarlo", porque "lo más cómodo es amar a un perro" y explicó por qué: "Es una relación asexual, lo que te permite estar relajado".

Pablo Herreros destacó en este sentido la "empatía" que sienten los perros con sus dueños. "Saben ponerse en nuestro lugar, incluso se les contagia el bostezo", porque a diferencia de otros animales, los perros "tienen conciencia de sí mismos".

Herreros habló también la labor terapéutica de los animales y puso el ejemplo de Iris, una niña autista, que para no tener miedo a bañarse su padre le regaló a Tula, un gato de Maine, una raza a la que -a diferencia de a otros gatos- sí que le gusta el agua.

Otro ejemplo de esta relación terapéutica es la de los hospitales que ya están permitiendo llevar a las mascotas de los niños hospitalizados durante mucho tiempo.

Herreros aseguró que está demostrado científicamente que los perros nos quieren, porque liberan oxitocina, igual que los humanos.

"Es una especie que nos entienda más que otras", aseguró este experto en primates, que en varios momentos de su intervención recordó a Pablo Neruda, que decía que los ojos de su perro eran más nobles que los suyos y que regaló a Niebla, su perrita, a Rafael Alberti, cuando se volvió a Chile al inicio de la Guerra Civil. "Te va a hacer falta", le dijo.

Un ejemplo del amor incondicional que los perros sienten por sus amos aparece en La Odisea, contó Herreros, cuando el perro de Ulises le esperó veinte años y solo murió cuando el héroe entró en Ítaca.

El público se interesó por sus opiniones sobre el movimiento animalista y mientras Herreros consideró que está muy bien pero no hay que ser un talibán, Palomas consideró que, como en un péndulo, está bien que haya movimientos radicales para llegar a un equilibrio.

Para concluir, los ponentes coincidieron con el público en que los perros "nos hacen mejores personas".

Amor consciente

Del amor a los animales y de su empatía también se habló durante la última charla, la de Ramiro Calle, máximo experto del yoga en España, que ofreció una conferencia titulada El Amor consciente e incondicional. A lo largo de su parlamento, Calle trató de explicar cómo se alcanza el amor consciente y habló de las experiencias adquiridas a través de sus cien viajes a la India, país que ha sido la cultura invitada en este congreso y del que también se habló el sábado en una charla sobre la figura de Vicente Ferrer.

"El amor está moviendo el mundo de forma positiva, un maestro decía que el amor y el odio tienen la misma fuerza pero el amor un poco más y ponía como ejemplo que cuando clausuras un veneno en un frasco no sale nada pero cuando lo haces con un perfume, su aroma permanece", contó.

Calle también dijo que el verdadero amor "no sabe de adiós, sabe de bienvenidas" y animó a seguir la senda del amor consciente, para ellos hay que trabajar "la generosidad, la claridad y la compasión". Una compasión activa, no pasiva y diferenciada de la autocompasión.

En esta búsqueda del amor consciente hay que "conectar" con todo lo que nos rodea. "Estar atentos, escuchar, no tener miedo y expresar lo positivo", porque "desde el yo no podemos amar".

Autor: P.?Fuertes Teruel