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Echa uno un vistazo al escalafón de matadores recién acabada la temporada y así, a vote pronto, el número uno ha sido Alberto López Simón. Sesenta y ocho festejos ha toreado el angelito para cortar ciento veinticuatro orejas y siete rabos. Bien por el madrileño, aunque todo hay que decirlo, estas cifras andan muy alejadas de las que conseguían figuras como Espartaco, Ponce o Jesulín en tiempos no tan pretéritos. Lo que ocurre es que esto del número uno en el escalafón no siempre se corresponde con el mejor torero del año. Seguramente porque en el hecho de torear más hay otras circunstancias que distorsionan la realidad. Entre otras, el caché con el que uno se contrata. Por eso seguramente Talavante anda en el sexto lugar, Morante más allá del veinte y José Tomás en el puesto 54. Pero como el toreo sigue anclado en los tiempos de Juan Belmonte, el escalafón es el que marca la pauta y a todos los efectos su primer nombre es el Balón de Oro de la temporada. Y ahora yo me pregunto: ¿Tan difícil es determinar al mejor torero del año? Si un organismo como la FIFA lo hace y vende imagen por todo el mundo con Ronaldo, Messi o Iniesta, por qué no el toreo hace de esas nominaciones espectáculo e imagen y la difunde por todo el mundo como se hace con el Balón de Oro, por ejemplo, o en el caso del cine con los Oscar. No. Aquí seguimos montando en burro y viajando en calesa sin caer en la cuenta de que nuestro tiempo es pura imagen. Pero claro, quién se pone a la labor, de quién debería depender, cómo se vota o se decide… Tantas preguntas que no tienen respuestas porque el toreo sigue sin saber que vive en el siglo XXI, que los medios de comunicación son la leche para vender el espectáculo y que un poco de imaginación siempre le hace bien hasta al más anacrónico empresario de toros. Cuando uno se ha hartado de escribir en esta columna que es necesaria la unión del toreo lo es, entre otras cosas, por esto, porque no se puede desdeñar la publicidad que supone para el espectáculo vender la imagen de un verdadero número uno y de las nominaciones para nombrarlo. Nos tiraríamos un mes hablando de toros una vez acabada la temporada. A día de hoy, con este articulito la cosa va solventada. López Simón, triunfador de la temporada.