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El público turolense se reencuentra con el pintor Luis Górriz

‘La Espera’, pintado en 1983 y propiedad de la Diputación General de Aragón, da la bienvenida a la exposición

La exposición antológica sobre la pintura del turolense Luis Górriz se inauguró ayer en la Escuela de Arte de Teruel en un acto con numeroso público, tanto de Teruel como llegados de Madrid, donde el artista estuvo afincado hasta su muerte en 2014, y podrá visitarse hasta el próximo 31 de septiembre.

La exposición antológica sobre la pintura del turolense Luis Górriz se inauguró ayer en la Escuela de Arte de Teruel en un acto con numeroso público, tanto de Teruel como llegados de Madrid, donde el artista estuvo afincado hasta su muerte en 2014, y podrá visitarse hasta el próximo 31 de septiembre.

Pueden verse 35 óleos y dibujos, algunos propiedad de su familia y otros cedidos por particulares e instituciones, que dan un repaso retrospectivo por la evolución que atravesó su pintura desde su primera exposición, que tuvo lugar en Teruel cuando él contaba 16 años, hace 70 años, hasta sus últimas pinturas.

También pueden encontrarse varios paneles que explican la biografía de Luis Górriz y la gran implicación artística y personal que tuvo siempre con Teruel a pesar de la distancia, ya que desde que en 1950 iniciara sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid se afincó en la capital de España.

A pesar de no vivir habitualmente en Teruel, Górriz, que entre sus motivos preferidos siempre estuvo el paisaje austero y duro de la provincia de Teruel, fue uno de los mayores defensores del patrimonio mudéjar turolense y promotores de todo lo relacionado con los Amantes de Teruel, de los que él siempre defendió su versión histórica y no legendaria. De su activismo artístico en pro de Teruel queda testimonio en las hemerotecas a través de los numerosos artículos que sobre él se publicaron en Diario Lucha, o de los que él mismo escribió, una parte de los cuales se encuentra reflejada en la exposición.

Entre el numeroso público que ayer asistió a la inauguración se encontraba la viuda del pintor, Esther Figuera, acompañada de sus dos hijos. Figuera se mostró "orgullosa" y "feliz" por la acogida, "sobre todo porque entre las personas más jóvenes la obra de Luis no era demasiado conocida, y creo que merece la pena que por lo menos quede en nuestra retina".

Según Figuera, "nadie es profeta en su tierra, eso ocurre en todas partes. Pero Luis se preocupó mucho por su tierra con un entusiasmo y una pasión que contagiaba a todos sus amigos en Madrid". De hecho el pintor conoció a su mujer en Madrid pero pronto le inoculó el amor por Teruel, hasta el punto de que se considera "turolense de adopción".

Górriz, que compaginó la pintura con la enseñanza y con la escenografía, evolucionó de una pintura academicista a un realismo cada vez más transparente, luminoso y minimalista. Los retratos, la calidez de las miradas y los paisajes fueron los motivos que más le movieron a pintar, "aunque cuando no encontraba nada que le inspiraba pintaba cualquier cosa, lo primero que tuviera delante, porque para él pintar era una necesidad", explica Esther Figuera.

Más allá de pintor, autor de murales en numerosas localidades de toda España, profesor, escenógrafo, autor de los decorados en más de 20 obras de teatro y varias películas, medalla de oro de Los Amantes y pregonero de las Bodas de Isabel, Esther Figuera definió ayer a Luis Górriz como "alguien muy humano y muy normal. Le importaba el arte pero para él lo principal era su familia. Era cariñoso y sabía compaginar muy bien el arte, el trabajo y su vida personal y social".

Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel