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Rover Alcisa encara ya la construcción del viaducto de Val de Luna en la N-232

Con las pilas ya colocadas, los operarios se centran en la plataforma del viaducto

Dieciséis meses después de que la constructora Rover Alcisa reanudara las obras de acondicionamiento de la carretera nacional 232 a su paso por Monroyo, el grueso de los trabajos se centra en una de las infraestructuras más complicadas del proyecto, la construcción del viaducto de Val de Luna.

Dieciséis meses después de que la constructora Rover Alcisa reanudara las obras de acondicionamiento de la carretera nacional 232 a su paso por Monroyo, el grueso de los trabajos se centra en una de las infraestructuras más complicadas del proyecto, la construcción del viaducto de Val de Luna.

La infraestructura está en plena construcción. Una vez colocadas las pilas en el profundo barranco de Val de Luna, la empresa adjudicataria continúa con la instalación de la plataforma, cuya longitud superará los 1.000 metros. Este viaducto es uno de los dos que están contemplados en este proyecto que fue licitado finalmente por 57,88 millones de euros después de que Fomento aceptara el segundo modificado propuesto por la constructora valenciana. El otro viaducto, denominado "San Bernardo, se encuentra en el término municipal de Torre de Arcas y tiene 338 metros de largo.

De la misma manera, la empresa ha terminado ya el horadado de los dos túneles proyectados en los 14 kilómetros del tramo en obras, el de Monroyo (que evitará el paso por el interior del casco urbano) y el situado junto a la ermita de La Consolación (con el que se elimina un tramo de curvas). Tras el modificado del proyecto, el túnel de Llobatera previsto en el proyecto anterior en el término municipal de La Cerollera quedó sustituído por un falso túnel.

El ministerio de Fomento avanzó el año pasado, durante la visita del subsecretario de infraestructuras Mario Garcés, que las obras podrían concluir en octubre del año que viene, lo que significa que la finalización de los trabajos se producirá, si finalmente así ocurre, dos años antes de lo previsto.

Por otra parte, las obras de acondicionamiento del puente de La Bota, en la misma carretera nacional 232, en la provincia de Castellón, no arrancaron ayer tal y como estaba previsto, según confirmó el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés.

El regidor de la capital de la comarca de Els Ports criticó esta semana pasada la "falta de información" por parte de la subdelegación del Gobierno en la provincia vecina por la realización de estas obras, que consistirán en la reparación de este puente, que quedó en mal estado tras un accidente ocurrido en octubre de 2015. Desde entonces, el tráfico ha quedado regulado por un semáforo.

La Delegación del Gobierno en Valencia indicó la semana pasada a Diario de Teruel que las mencionadas obras iban a iniciarse ayer lunes y que su duración sería de un mes, aproximadamente. Sin embargo, el alcalde de Morella corroboró ayer que estas obras "ni han empezado ni sabemos cuándo lo harán, porque después de anunciarlas para el día 12 y después desmentirlas, ahora no se nos transmite ni siquiera la fecha ni cuánto durarán", manifestó.

Autor:Maribel Sancho Timoneda