Síguenos

“No creo que este solo sea un viaje, es el principio de un viaje más grande”

Marta Ortín, el pasado domingo en Teruel con todo preparado para su viaje

Con tan solo 18 años Marta Ortín viaja hoy hacia Ecuador donde va a realizar labores de misionera junto a las Hermanas del Hogar de la Madre. Asegura que su fe y que la experiencia similar que tuvo su madre en su juventud han sido las cosas que le ha movido para iniciar este viaje

Con tan solo 18 años Marta Ortín viaja hoy hacia Ecuador donde va a realizar labores de misionera junto a las Hermanas del Hogar de la Madre. Asegura que su fe y que la experiencia similar que tuvo su madre en su juventud han sido las cosas que le ha movido para iniciar este viaje.

- ¿Cómo surgió la idea de participar en misiones?¿Y el proyecto concreto de Ecuador?

- La idea de la labor de misión llevaba ya tres años rondándome. Mi madre a los 18 años se fue de misiones y siempre me había dicho que desde entonces le había cambiado la vida. Siempre llevaba ahí el run run de: "Yo también quiero ir". Un grupito de jóvenes de la Pastoral fuimos a un encuentro misionero que había en Madrid y a partir de ahí empecé a oír testimonios de misioneros que habían estado en diferentes partes del mundo y me cautivó. Este año, que hacía 18 y era cuando podía empezar a ir de misiones, coincidió que se dio la oportunidad. Vino una hermana de las Hermanas del Hogar de la Madre y dijo que se iban a Ecuador con un grupo de chicas y dije: "Quiero ir" y me dijeron: "Pues, vente"

- ¿Cómo se ha preparado para el viaje?

- Las hermanas nos dijeron unos meses antes de ir con ellas para prepararnos en concreto para este viaje, para ir concienciándonos y enseñarnos algunas cosas

- ¿Cómo ha sido esa formación y qué va a hacer allí en Ecuador?

- Vamos a ser multiusos. Vamos a estar de ayuda a las enfermeras, vamos a llevar medicamentos porque ahora más que nunca, después del terremoto, se necesita. También con familias humildes y sobre todo, los niños. Allí la formación de un profesor es la misma que tenemos nosotros al terminar Bachiller. En las escuelas podemos hacer mucho y hay niños que necesitan esta formación.

-Este tipo de labores se hacen también desde otras organizaciones de voluntariado, en el caso de las misiones está también la parte evangelizadora.

- Sí. Vamos a llevar el mensaje del Evangelio. Hay una semana que vamos a ir con un grupo indígena. Ellos tendrán sus propias creencias que hay que respetar pero vamos a dar a conocer lo que nosotros creemos que es una ayuda inmensa

- 18 años es bastante joven para una aventura como esta, ¿qué opinan sus amigos?

- Esta idea la tenía en mente desde hacía mucho y cuando lo comentaba me apoyaban pero me decían: "Marta es que estás loca". Lo ven muy lejano. Nos hemos metido en esta burbujita, pero es una realidad que hay que asumir.

- ¿Qué consejos le ha dado su madre?

- Mi madre, estar preparada. Ella me dijo una vez que cuando fue allí fue duro ver lo que vio. Esa frase se me quedó y desde entonces voy concienciada de que me tengo que preparar para lo que me encuentre. Pero el consejo que más me ayuda de mi madre es la fe.

- ¿Cuando regrese a España cómo quiere continuar con esta implicación con estos proyectos?

- Yo estoy estudiando el triple grado de Comunicación Audiovisual, Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas. Se me da bien escribir, contar historias, la fotografía... y a partir de esto quiero dar testimonio. Hay lugares a los que hoy en día no se les da la voz, quiero ir a esos lugares y dar voz a los que no tienen voz. Esta es una oportunidad increíble de comenzar con este proyecto. Cuando venga quiero hacer un reportaje, contar historias para concienciar a la gente de lo que hay. Ni mucho menos creo que este es solo un viaje, es el principio de un viaje aún más grande

- ¿Se plantea dedicarse a la vida religiosa?

- No. Yo quiero comprometerme con las misiones pero no de manera religiosa, quiero tener mi familia

-Cuando habla con otros jóvenes sobre su compromiso religioso, ¿cómo lo ven?

- Hay dos partes. Está la gente de la Universidad y otras amigas y luego la Pastoral Juvenil de Teruel o la gente con la que hemos ido a la Jornada Mundial de la Juventud que es gente con tu misma creencia, me apoyan porque tienen la misma mentalidad que yo. Luego, la otra parte que dicen que estás loca..., y chocan las dos

- ¿Cómo ha sido la experiencia de la JMJ?

- Choca ver tanta gente. Es la sensación de no estar solo y el animarte a seguir con esto, pase lo que pase. En este mundo que cada vez más difícil porque otros jóvenes te lo pueden poner más complicado y a lo mejor te marginan

- ¿Con qué mensaje del Papa se quedaría?

- Hay uno que me marcó mucho, que a lo mejor no fue el que más retumbó. Dijo que Dios nos escoge a nosotros pero no por lo que somos ahora mismo sino por lo que somos capaces de lograr. De lo que somos capaces de ser. Y eso me hizo pensar que a lo mejor ahora no soy todo lo que quiero llegar a ser, estoy aún formándome, pero me ayudó a seguir con esto.

- ¿Qué es lo que han tratado de transmitirle las monjas durante la formación estas semanas?

- La humildad. La idea de que para ser feliz no hay que tener tanto y, sobre todo, que vas a dar algo pero vuelves con más. Estoy ansiosa por conocer eso, a ver si lo puedo conseguir

Autor:Isabel Muñoz/ Teruel