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‘Alegraos’ mozas que mayo ha venido

La plaza mayor de Albarracín se engalanó adecuadamente para la ocasión

Como cada año desde hace en torno a 400 la sierra de Albarracín fundamentalmente, aunque también otros puntos de la provincia, rememoró su vieja tradición de los Mayos durante la madrugada del pasado sábado al domingo.

Como cada año desde hace en torno a 400 la sierra de Albarracín fundamentalmente, aunque también otros puntos de la provincia, rememoró su vieja tradición de los Mayos durante la madrugada del pasado sábado al domingo.

A mil y pico metros de altitud la primavera no suele llegar el 21 de marzo e incluso en estas fechas, con abril cumplido, la sensación térmica por la noche es cercana a los cero grados en algunos pueblos, como ocurrió este sábado. Así que los Mayos era algo así como celebrar el fin del invierno y la llegada de la primavera, antesala del buen tiempo y las cosechas.

Se aprovechaba ese momento de efusividad y de revolución hormonal para organizar las parejas de mozos y mozas a través de un ritual que, si bien a la luz del siglo XXI puede parecer bastante arcaico, por aquello de sortear las mozas entre los mozos y establecer una serie de normas y protocolos para rondarlas y conseguir su favor antes de la noche de San Juan, quedándonos con la parte folclórica y etnológica resulta una pintoresca y sugerente tradición.

Hoy en día los jóvenes se apañan entre ellos con el Whatsapp y no es necesario organizarles rondas guitarra en mano, pero sigue celebrándose los Mayos en las localidades de la Sierra de Albarracín, en la capital turolense y en algunas otras localidades donde la tradición se ha recuperado con mayor o menor fortuna.

En realidad algo parecido a los Mayos se ha celebrado en casi todos los núcleos de población de España, y de hecho hoy en día no son una tradición privativa de Teruel ni mucho menos, sino que se celebran con sus características peculiares en todas las comunidades autónomas. Incluso fuera de España, en países de nuestro entorno europeo pero también en otros tan diferentes como Sri Lanka se celebran a la entrada de mayo fiestas y tradiciones con similitudes con nuestros mayos.

Aunque suele ser una fiesta muy local y de las preferidas para que los vecinos de cada pueblo en el exilio y veraneantes regresen para estrechar lazos con sus raíces, en algunos puntos está tomando un cariz turístico y cada vez es más gente la que se desplaza para ver esta muestra folclórica que tanto tiene de atávico.

Así, las tradicionales rondas de casa en casa, otrora exclusivamente masculinas y hoy en día ya mixtas, ya no van solas. Suelen comenzar pasada la medianoche o rayando esta, y con una primera ronda dirigida a la Virgen, pero en algunos casos, como Albarracín o la capital turolense, viene precedida por un festival jotero para quienes gustan de la música popular aragonesa pero no están por la labor de trasnochar tanto.

En Guadalaviar, uno de los pueblos con más arraigo, los Mayos coinciden con las fiestas y desde la tarde del pasado viernes ya disfrutaron de diferentes actos. Desde luego las centrales sigue siendo el sorteo de los mozos y las mozas, y las rondas que comienzan en la medianoche del sábado, y recorren a ritmo de copla todas las calles de la localidad turolense.

Otra peculiaridad se da en Orihuela del Tremedal, que se incorporó a la recuperación de la tradición el año pasado, aunque se celebrarán el próximo fin de semana, el 7 de mayo, cuando los rondadores se desplacen hasta la ermita del Tremedal.

Y los actos relacionados con los Mayos se extenderán incluso hasta las puertas del verano; de entrada el 21 de mayo Albarracín acogerá el Encuentro Nacional de Mayos, en el que por tercer año consecutivo participarán numerosos pueblos de todo el territorio nacional.

Y el 11 de junio, de nuevo Albarracín, celebrará varias actuaciones de música folclórica, rondallas y jotas durante toda la tarde, en una jornada que se cerrará con una ronda por las calles de la localidad.

No sólo en Albarracín

Aunque desde luego hoy por hoy la tradición de Los Mayos en Teruel se identifica sobre todo con la Sierra de Albarracín, no solamente se celebró antaño allí, y son más los lugares en los que trata de recuperarse.

Alguno de esos lugares son La Codoñera, donde las coplas –que no son jotas, porque no tiene formato de cuarteto sino de una treintena o más de versos son diferentes en musicalidad al resto, o en Montalbán, donde la asociación Sansoneyos la organiza desde hace más o menos una década. Una de las particularidades de esta localidad de las Cuencas Mineras es que se ronda a las Majas Mayores y a las Majas Infantiles de las Fiestas de Septiembre.

Y en Teruel capital los organiza Amigos de la Jota y la Asociación Cultural Ciudad de los Amantes, que organizan un festival folclórico conjunto, que todos los años llena la plaza del Torico excepto los que llueve, que de todo ha habido, y después se realizan dos rondas una por cada agrupación por las calles del Centro Histórico de la capital.

Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel