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Los Calatravos plantan un ‘museo de campaña’ en el patio del Ayuntamiento

Una pareja se interesa por unos zuecos de madera que se usaban en el siglo XV para salvar el barro y el agua.

Un reclamo distinto en esta vigésima edición del Mercado Medieval es el curioso "museo de campaña" que la Asociación Calatravos y Mesnada de Alcañiz ha plantado en el patio del Ayuntamiento.

Un reclamo distinto en esta vigésima edición del Mercado Medieval es el curioso "museo de campaña" que la Asociación Calatravos y Mesnada de Alcañiz ha plantado en el patio del Ayuntamiento. Allí, los calatravos muestran vestimentas, materiales de guerra y de campamento que imitan a los que utilizaron en los siglos XII y XIII los monjes de la Orden de Calatrava, a quienes se intentan asemejar con el mayor rigor histórico posible.

"Tenemos guantes de malla, espadas de acero, cascos, cotas de malla y crespinas acolchadas que imitan lo que era el típico equipamiento que llevaba un caballero calatravo en los siglos XII y XIII", explicó Eduardo Egea, miembro de la asociación, convertida desde hace unos años atrás en grupo recreacionista. Los Calatravos de Alcañiz enseñan en este pequeño campamento a cubierto todo aquello que se llevan a las recreaciones históricas: desde los utensilios para operar a los guerreros heridos en batalla, que la asociación denomina "kit de medicina" (nada recomendable desde un punto de vista de la higiene y la salud) a las ollas y calderos hechos de forja con las que incluso alguna vez se han atrevido a cocinar y, lo que es peor, a comer lo guisado allí dentro (a riesgo de pillar alguna indigestión u otra cosa peor).

Junto a todo esto, hay más material, como unos faroles para iluminar estancias, y otros utensilios pero de épocas más tardías. "Tenemos protectores del cuerpo hechos de chapa que imitan los que se utilizaban en los siglos XIV y XV" , comentó Egea señalando las partes de las armaduras y, a continuación, los zuecos de madera de se usaban para evitar el agua y el barro y que llamaron la atención de muchos de los que por allí pasaron ayer.

Acompañando la exposición, fotografías de algunos de los momentos compartidos por los integrantes del grupo en las recreaciones en las que ha participado, las más lejana en Carcassonne (Francia). En el centro del patio, colgado en altura y agarrado con cuerdas a las pilastras, un cristo románico. Cómo iba a faltar en un campamento de monjes calatravos.

Autor:Maribel S.Timoneda