Entre dragones y duendes
El día 2 de abril de 1805 nació Hans Christian Andersen, escritor que se hizo famoso por sus cuentos, entre los que se encuentran algunos tan conocidos por todas las generaciones como El patito feo y otros actualizados ahora por Disney, que ha convertido a La reina de las nieves en Elsa, la protagonista de Frozen. Coincidiendo con el día de su nacimiento se celebra desde 1967 el Día Internacional del libro infantil y la biblioteca de Santa Eulalia preparó para la fecha un cuentacuentos.
El encargado de hacer volar la imaginación de los niños fue Mario Cosculluela, un narrador zaragozano con alma oscense que intercaló los cuentos de siempre con narraciones a partir de álbumes ilustrados. Entre su repertorio no había de Andersen puesto que, aunque en ocasiones ha contado alguno, ahora este autor no forma parte de su "inquietud interior", confesó.
Aunque hace un siglo de que Andersen cogió la pluma, los cuentos siguen siendo de castillos, dragones y duendes, como demostró Cosculluela ante una treintena de niños. Y es que, según explicó el propio narrador tras la sesión, se trata de "símbolos universales". La narración, comentó, "evoluciona" pero "solo el vestido, el cuerpo sigue siendo el mismo" y se repite "en todos los lugares del mundo". Cosculluela califica estos cuentos clásicos de "obras maestras" por haber llegado hasta nuestros días, aunque sea pulidos y evolucionados.
El cuentacuentos de Santa Eulalia iba dirigido a niños de entre 3 y 10 años, una amplia franja de edad que obligó al cuentacuentos a captar la atención de todos ellos, además de los padres, jugando con "tres códigos de lenguaje". Así, el grueso del repertorio fueron cuentos sencillos con retahílas, trabalenguas y malabares para cautivar a los más pequeños. Entre medio intercaló otras narraciones más complejas que requerían atención especial y que eran muy del agrado de los niños de mayor edad. A ello se sumaron algunos guiños con los que buscó la complicidad y se metió en el bolsillo a los padres y madres que acudieron al evento.
Leonor Dolz, que es la bibliotecaria de Santa Eulalia, manifestó que todas las actividades que se realizan tienen como objetivo acercar al público hasta la biblioteca y fomentar la lectura. "Hay mayores que no vienen porque piensan que habrá mucho niño y niños que creen que es un lugar para adultos", comentó Dolz. Después de cada cuentacuentos o taller hay varias altas nuevas de socios y también préstamos. Y es que, como apuntó la técnico, hay mucha gente que acude de forma asidua a la biblioteca pero hay otros que no irían nunca si no se hicieran eventos puntuales que les motivaran.
Rosa Allueva y su hija Marina García son visitantes habituales de la biblioteca. Acuden siempre que hay actividades pero también para buscar libros. "Para lo pequeño que es el pueblo, en la biblioteca hacen muchas cosas", dijo la madre. En el cuentacuentos también había muchos niños que aunque no viven habitualmente en Santa Eulalia ahora están de vacaciones escolares.
Roles machistas
Muchos de los cuentos clásicos perpetúan roles machistas por culpa, según Mario Cosculluela, de las versiones que se hicieron durante el Romanticismo, que fue cuando se empezó a editar y por eso son las que han perdurado. "Andersen y Grimm hicieron versiones muy machistas porque así era la sociedad de la época", matizó. Ahora seguimos viviendo, a juicio del narrador, en una sociedad patriarcal en la que los editores contribuyen a que esas versiones machistas se sigan perpetuando. Sin embargo, para los que buscan otro tipo de cuentos, Cosculluela recuerda que en España hay autores que muestran a mujeres fuertes que salvan hombres, como Antonio Rodríguez Almodóvar. "El cuento está totalmente pervertido", lamenta el narrador oscense, "Disney perpetua esos patrones del patriarcado y del rico y el pobre, pero esto no ha sido siempre así", concluyó.
El cuentacuentos recordó que para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Asociación Profesional de Narradores hoz una recopilación de cuentos de "mujeres fuertes" en los que las protagonistas se salvan a sí mismas.
Cosculluela es un narrador especialista en "contar historias de viva voz" y lamenta el gran intrusismo que hay en el mundo de los cuentacuentos: "Hay un gran desconocimiento del oficio y es el momento del todo vale", indicó, a la vez que animó a las instituciones a crear ferias en las que los artistas puedan mostrar su trabajo para que los programadores lo valoren antes de contratar, algo que suelen hacer sin haber visto antes el espectáculo.
Autor:M. Cruz Aguilar Santa Eulalia