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Las rondallas de hoy aprenden músicas de ayer a través de los bureos

Las rondallas actuales quieren que no se pierdan las músicas de antaño y bucean en los actos tradicionales para captar toda la ensencia de tonadillas y bailes a los que ya les queda poco de interpretarse porque sus protagonistas son muy ancianos.

Las rondallas actuales quieren que no se pierdan las músicas de antaño y bucean en los actos tradicionales para captar toda la ensencia de tonadillas y bailes a los que ya les queda poco de interpretarse porque sus protagonistas son muy ancianos. El pasado sábado tuvo lugar un bureo en Mosqueruela al que acudieron masoveros procedentes tanto de la propia localidad como de Vistabella, en Castellón.

Así, hasta Mosqueruela se desplazaron bailadores, la mayor parte de ellos de más de 70 años de edad, con el ánimo de recordar dances y coplas o tonadas antiguas de esta zona de Teruel en la que aún quedan mayores que bailan, cantan y tocan.

Todos ellos tuvieron la oportunidad de recordar sus años mozos, cuando los bureos eran uno de los pocos momentos de asueto que tenían. Los bureos eran fiestas que se organizaban en las masadas y hasta las que se desplazaban los masoveros de las explotaciones cercanas. Se trataba de una costumbre asentada que favorecía las relaciones sociales entre los masoveros.

Ahora esos bailes y cantos ya no se hacen salvo en casos testimoniales, como la jornada del pasado sábado en Mosqueruela y por eso la Escuela de Jota de Mosqueruela y la ronda Astí queda ixo! participaron en el evento para aprender y recoger los estilos más antiguos. También acudieron tocadores y tañedores, como José Luis y Juan Pablo Solsona, Jerónimo Gargallo o Eduardo Alcón, entre otros.

Autor:Redacción Teruel