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“El dibujo es importante pero si el guion no cuenta nada, el cómic no funciona”

Daniel Foronda es el dibujante de cómic zaragozano que junto a Queco Ágreda ha dado vida a Los Amanticos, un cómic infantil editado por GP Ediciones que imagina las aventuras de Diego e Isabel cuando eran niños, y que está siendo distribuido por toda España y varios países de sudamérica.

Daniel Foronda es el dibujante de cómic zaragozano que junto a Queco Ágreda ha dado vida a Los Amanticos, un cómic infantil editado por GP Ediciones que imagina las aventuras de Diego e Isabel cuando eran niños, y que está siendo distribuido por toda España y varios países de sudamérica.

- ¿De dónde surgió la idea de "Los Amanticos"?

- Hace cuatro años a Daniel Viñuales, propietario de GP Ediciones, se le ocurrió la idea de hacer la historia de los Amantes de Teruel en cómic. Como a mí me gusta mucho el género infantil, le propuse sacar también algo pequeñito para niños, algún dibujo, algo para colorear, incluso... Le pareció buena idea pero se quedó ahí. Tras muchas vicisitudes el proyecto original por fin verá pronto la luz, y Viñuales me propuso que el producto infantil no fuera un mero acompañamiento, sino un cómic independiente. A partir de ahí nos reunimos Viñuales, el guionista Queco Ágreda y yo, y empezamos a madurar la idea hasta que surgió Los Amanticos.

- ¿Cree que los personajes darán de sí como para constituirse en una serie de cómics?

- Dan muchísimo juego, porque no estamos contando una historia concreta, como la de los Amantes de Teruel propiamente dicha, que empieza y acaba. Esto es ficción con un contexto histórico, como Rui, el pequeño Cid, Astérix y Obélix o Vicky el Vikingo... así que hasta que crezca Diego y tenga que irse a la guerra fíjate si podemos inventar aventuras.

- ¿Dónde acudió para imaginar la imagen de Diego e Isabel cuando eran niños? ¿En qué se basó?

- No me basé en ninguna fuente en particular, sino que es la mezcla de muchos factores. Yo juego mucho con las figuras geométricas, y la enorme cabeza de Diego, por ejemplo, es un elemento habitual en los cómic de Mortadelo, donde los niños siempre son cabezones, o en Pulgarcito de Jan, que es una de mis grandes referencias junto a algunos dibujantes de Bruguera. Digamos que mi estilo tiene influencias, y a partir de ahí construí estos personajes, tratando de reflejar el espíritu que quería darles y haciendo muchas pruebas.

- Cuando uno tiene un cómic ante sí suele atribuirle el mérito o el demérito al dibujante, pero ¿qué porcentaje real de la autoría corresponde al dibujante, y qué porcentaje al guionista?

- Yo creo que ahora mismo está prácticamente al 50%. El dibujo es muy, muy importante en un cómic dirigido a niños, porque tiene que entrar por la vista. Pero el guion también lo es, porque al final se trata de contar una historia, y si un cómic no cuenta nada interesante no funciona. En el caso de Los Amanticos el guion es fundamental y muy bueno. Queco ha hecho una buena historia con guiños y detalles muy divertidos que la adornan muy bien.

- ¿Cómo ha sido trabajar codo con codo con Queco Ágreda?

- Hemos trabajado juntos en muchos proyectos, aunque ya llevábamos tiempo sin hacerlo y los dos teníamos bastantes ganas de repetir y coincidir en algo. La verdad es que nos compenetramos muy bien. Como todos los guionistas, Queco tiene sus cosas, pero supongo que yo también las tendré. Así que al final es como un matrimonio, un tira y afloja en el que hay que hablar mucho, estar en permanente comunicación, y ceder mutuamente en algunas cosas.

- El hecho de que un cómic esté dirigido a un público infantil, ¿determina mucho la forma de trabajar?

- Muchísimo. Tienes que cuidar mucho la narrativa, que sea ágil, porque conseguir que un niño no se aburra ni se canse es muy complicado. En nuestro caso decidimos que cada página llevara un máximo de cuatro viñetas y fueran muy claras y coloridas. Y decidimos hacerlo en un formato apaisado porque lo encontramos más cómodo para el niño, y también como una especie de homenaje a esos antiguos cómic como Hazañas Bélicas o El guerrero del antifaz. Pero es que además cada grupo de edad es un mundo distinto. Para que te hagas una idea, Los Amanticos está pensado más o menos para chavales de entre 6 a 12 años. Yo tengo un crío que va a cumplir cinco, y se llevó el cómic a clase para ver qué les parecía a sus compañeros. ¿Adivinas lo que más gracia les hizo La viñeta en la que aparece un señor haciendo caca...

- ¿Hacer cómic infantil es una buena estrategia comercial para vender, como ocurre con el teatro o el cine?

- No creo. Si lo fuera el cómic infantil en España estaría muy valorado, y sin embargo es muy minoritario. Muy pocos dibujantes y muy pocas editoriales, y GP?es una excepción, lo valoramos tanto como se merece. Personalmente creo que el cómic es una extraordinaria manera de que el niño desarrolle la lectura y la imaginación. Mi generación se aficionó a la lectura gracias al cómic, pero actualmente no tenemos un relevo.

- ¿En España puede vivirse del cómic?

- Se puede intentar. Quizá no del cómic en exclusiva, pero si te mueves mucho y lo combinas con dibujo para videojuegos o para publicidad se puede hacer. Desde luego que no es fácil, pero nada lo es.

Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel