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Pena de cárcel para una asistenta del hogar que se aprovechó de un anciano

A dos años de prisión fue condenada ayer por la Audiencia Provincial de Teruel una mujer de 53 años que trabajaba como asistenta del hogar de un anciano octogenario, al que amenazaba con airear entre los vecinos del pueblo supuestos comportamientos indebidos con ella, de tipo sexual, si no sacaba dinero del banco cada cierto tiempo para dárselo.

A dos años de prisión fue condenada ayer por la Audiencia Provincial de Teruel una mujer de 53 años que trabajaba como asistenta del hogar de un anciano octogenario, al que amenazaba con airear entre los vecinos del pueblo supuestos comportamientos indebidos con ella, de tipo sexual, si no sacaba dinero del banco cada cierto tiempo para dárselo. La mujer no tendrá que ingresar en la cárcel al carecer de antecedentes penales, aunque sí deberá hacerlo si no hace frente a la responsabilidad civil de 4.000 euros acordada por las partes.

El juicio señalado para ayer, y que despertó una gran expectación, no llegó a celebrarse al alcanzarse un acuerdo de conformidad entre la defensa y la acusación, al que se sumó la Fiscalía, que inicialmente pedía 4 años de cárcel para la mujer y también para su hija, que vivía igualmente en la casa del anciano, por un delito de estafa.

Al final, con el reconocimiento de la acusada, que admitió los hechos, la Audiencia dictará ahora una sentencia condenatoria contra la asistenta del hogar como autora de un delito de amenazas condicionales. La hija quedó absuelta al considerar los abogados que toda la responsabilidad recaía sobre la madre.

El caso podría haber pasado inadvertido, o resultar intrascendente, de no ser por la peculiaridad del mismo y por el temor manifestado por el ministerio público de que más abusos de este tipo se puedan estar cometiendo en pueblos pequeños con ancianos que viven solos y a quienes personas sin escrúpulos pudieran intentar aprovecharse de ellos.

Además de los dos años de prisión para la acusada, que es de Valencia, el tribunal le impondrá dos años de alejamiento, de manera que no podrá acercarse a menos de 100 metros de la víctima. También deberá hacer frente al pago de una responsabilidad civil de 4.000 euros, que al parecer es la única cantidad económica a la que puede hacer frente con sus recursos actuales, por lo que no ha pedido más la acusación.

Entre mayo de 2014 y enero de 2015, el ministerio público ha acreditado que la mujer consiguió que el anciano le entregara bajo amenaza no menos de 14.900 euros, aparte del salario que tenían estipulado.

La familia de la víctima, que en la actualidad tiene 83 años, manifestó que no querían que el caso tuviera trascendencia pública, motivo por el que no se han facilitado ni los nombres ni el pueblo donde ocurrieron los hechos, que está a menos de 30 kilómetros de Teruel.

La acusada no quiso hacer declaraciones y un hermano de la víctima comentó que ellos habían querido ser generosos al ver que las dos mujeres carecen de recursos, si bien consideró que "no se puede abusar de las personas como lo han hecho".

El dinero del anciano del que se apropiaron indebidamente con amenazas lo habrían malgastado. Podrían haberlo dejado sin ahorros de no ser por un sobrino, que al enterarse de lo que estaba pasando denunció los hechos ante el juzgado.

Soltero y solo

La víctima es un hombre soltero y está solo, mientras que toda su familia vive fuera de la provincia. En el pueblo donde reside apenas hay 6 vecinos, según explicó el hermano, y al parecer nunca ha querido abandonar su casa e ir a una residencia porque su deseo es seguir viviendo allí.

Al no celebrarse la vista oral no se pudo conocer por boca de la víctima y de las acusadas en qué consistían las amenazas, pero las acusaciones aclararon que la asistenta del hogar le había dicho que si no accedía a entregarles el dinero que sacaban del banco, todo el pueblo se enteraría de lo que pasaba dentro de la casa.

Al no haber testigos, no está acreditado lo que pudiera estar ocurriendo en el hogar del anciano. Parece ser que la mujer le amenazaba con airear supuestos comportamientos groseros de naturaleza sexual con ella.

Para mantener el silencio, obligaba a la víctima a bajar a Teruel con ella cada poco tiempo para sacar dinero del banco, lo que al parecer también causó la alerta de los familiares.

El caso despertó tal expectación, que como público acudieron numerosas personas que están realizando un curso sobre derecho en la Universidad de la Experiencia de Teruel.

Reconocida la vulnerabilidad de la víctima por incapacidad

Un informe forense psicológico reconoce la vulnerabilidad del anciano que fue amenazado y al que sustrajeron sus ahorros, por incapacidad jurídica, según puso de manifiesto ayer el ministerio público. Entre las periciales aportadas por la Fiscalía se encontraba este informe que considera que el anciano, por su edad, no está en condiciones de gestionar sus bienes y requiere del nombramiento de un tutor.

El caso ha hecho a la Fiscalía dar la voz de alarma, puesto que a la despoblación y envejecimiento que padecen los pueblos de la provincia se suma la soledad de muchos de sus ancianos, algo que los convierte en personas muy vulnerables que pueden caer en este tipo de estafas o abusos por parte de gente sin escrúpulos.

La vista de ayer, más allá del pleito entre dos particulares, adquiere así una trascendencia mayor puesto que el ministerio público entiende que debería haber un mayor control y seguimiento de las personas mayores que viven solas, con el fin de que nadie se aproveche de ellas.

En este sentido, el fiscal Jorge Moradell manifestó que habría que advertir sobre "posibles casos similares en los que los ancianos son víctimas de personas sin escrúpulos que abusan de ellos y que con cualquier cantinela les sacan su dinero".

En este sentido, hizo un llamamiento a que desde las instancias que corresponda, como pueden ser los servicios sociales, se vigilen este tipo de prácticas delictivas en las que se abusa de los ancianos.

Autor:F.J.M. Teruel