Un estudio revela lo idóneo de la zona para reintroducir el quebrantahuesos
Un estudio preliminar realizado por la Universidad de Valencia con el apoyo de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos y que se dio a conocer el pasado mes de diciembre revela la idoneidad de la Comarca del Maestrazgo de Teruel y Castellón para reintroducir el quebrantahuesos, una de las especies más amenazadas en España y con peligro de extinción. El quebrantahuesos desapareció del Maestrazgo a mediados del siglo pasado. Las Hoces del Guadalope y Penyagolosa (Castellón) son las zonas mejores para el asentamiento de esta ave necrófaga.
El presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Juan Antonio Gil, manifestó que la Universidad de Valencia había realizado un estudio preliminar para ver las posibilidades de la reintroducción del quebrantahuesos en el Maestrazgo tanto turolense como de la Comunidad Valenciana.
Juan Antonio Gil explicó que el estudio se engloba dentro del proyecto europeo de la recuperación de espacios en el sistema ibérico en el conjunto de aves rapaces. La Generalitat Valenciana encargó un estudio la pasada primavera a la Universidad de Valencia con la colaboración de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos para la posible recuperación del quebrantahuesos en el Maestrazgo de Valencia. "En ese estudio preliminar sobre la posible reintroducción del quebrantahuesos en el Maestrazgo se analizó el hábitat, así como si hubo quebrantahuesos en el Maestrazgo".
Gil expuso que el Maestrazgo ha contado con la presencia de quebrantahuesos tanto en tiempos históricos, donde se extinguió a mediados del siglo XX, como en tiempos recientes. "En el trabajo, en el que se llevaron a cabo modelos predictivos de hábitat potencial se obtuvo que una superficie de unos 1.470 km2 poseían valores de idoneidad elevados para el posible asentamiento del quebrantahuesos en la región".
El presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos añadió que se identificaron tres áreas potencialmente adecuadas para iniciar un proyecto de reintroducción, entre las que destacan la ZEPAs de las Hoces del río Guadalope y las ZEPAS del Alt Maestrat, Tinença de Benifassà y la ZEPA de Penyagolosa (ambas en Castellón). "Según los resultados del estudio, el Maestrazgo posee disponibilidad suficiente de recursos tróficos, así como importantes poblaciones de otras especies carroñeras como el buitre leonado y el alimoche que podrían favorecer el asentamiento de la especie. En el estudio se expone que las principales amenazas que podrían suponer factores de riesgo potencial y que cabría mitigar se incluirían parques eólicos y algunos tendidos eléctricos, especialmente en la provincia de Castellón. El trabajo concluye que tanto el Maestrazgo turolense como el castellonense reúne a priori las condiciones adecuadas para poder abordar un posible futuro proyecto de reintroducción del quebrantahuesos.
El presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos dijo que para la posible reintroducción del quebrantahuesos tendría que haber un compromiso tanto técnico como político, además del económico, por lo que descartó que en estos momentos se pueda abordar la reintroducción del quebrantahuesos como se está haciendo en otros lugares de España, caso de los Picos de Europa, cuyo proyecto de reintroducción del quebrantahuesos lo financia la Unión Europea. La FCQ ha sido pionera en la labor de conservación y recuperación del quebrantahuesos en España, concretamente en el Pirineo. La FCQ se creó en 1995 y está declarada de utilidad pública. Se dedica a promover y desarrollar proyectos de conservación, gestión, investigación en los hábitats de montaña en los que vive el quebrantahuesos.
La falta de alimento para las aves está controlado
El presidente de la FCQ, Juan Antonio Gil, apuntó que el problema de la falta de alimentación de los buitres, que son aves necrófagas como el quebrantahuesos, está controlado. En los pasados años hubo graves problemas por la muerte de becerros y corderos, así como de vacas que acababan de parir y que habían sido atacadas y muertas por los buitres. Juan Antonio Gil recordó que con el cierre de los muladares por la enfermedad de las vacas locas se produjo un desajuste pero que con la apertura de 50 comedores por parte de la DGA y la posibilidad de dejar cadáveres de ganado en el monte, la falta de alimento para las aves necrófagas estaba controlada.
Autor:Redacción Teruel