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Melchor, Gaspar y Baltasar dan en mano sus regalos a los niños hospitalizados

Los Reyes recorrieron el Hospital Obispo Polanco

Los Reyes Magos de Oriente llevaron ayer alegría allá donde fueron. El séquito real de Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados en todo momento de sus pajes, recorrieron los centros asistenciales de la capital turolense para repartir regalos, caramelos y transportar a pequeños y mayores a un mundo lleno de ilusión.

Los Reyes Magos de Oriente llevaron ayer alegría allá donde fueron. El séquito real de Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados en todo momento de sus pajes, recorrieron los centros asistenciales de la capital turolense para repartir regalos, caramelos y transportar a pequeños y mayores a un mundo lleno de ilusión. Durante una jornada maratoniana acudieron a primera hora a la residencia Ángel Custodio, de donde pasaron al asilo de ancianos para dirigirse a continuación hasta el centro asistencial del Pinar. Desde allí, el séquito que, procedido por la Policía Local iba repartiendo caramelos desde los vehículos oficiales de Oriente, acudió al hospital Obispo Polanco, donde visitaron el servicio de Pediatría para repartir regalos entre los niños hospitalizados.

Algunos de ellos recibieron el alta ayer por la mañana pero prefirieron esperar a que pasaran los reyes para saludarlos, ya que no habían podido asistir a la cabalgata del día anterior. Eso es lo que le ocurrió a Pablo, un niño que esperó la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar en su cama para que le entregaran su juguete.

Al igual que los padres de los Adrián y Juan, dos gemelos que nacieron la pasada semana, que quisieron presentarle a sus Majestades a sus pequeños antes de poder irse a casa.

Melchor, Gaspar y Baltasar también pudieron conocer a Alexia, una bebé que estaba con sus padres en su habitación. Como Aarón, otro niño hospitalizado, que no se podía creer que sus Majestades de Oriente estuvieran en su habitación y le entregarán lo que les había pedido.

Silvia y Rubén abrieron delante de Melchor sus regalos. "Es lo que hemos pedido", aseguraron y le dieron las gracias. Otros niños, que ya habían recibido sus juguetes en casa, se acercaron a sus majestades para agradecerles que se hubieran acordado de ellos.

Desde el hospital, la comitiva se dirigió a la residencia Padre Píquer, donde repartieron regalos entre niños y mayores. Al entrar al comedor recibieron un aplauso de los comensales, que disfrutaban de su comida de Reyes.

De allí se dirigieron a la residencia Javalambre, para saludar a sus residentes, personas mayores que reciben con mucha ilusión la llegada de los Reyes.

Por la tarde, el recorrido siguió por el hospital sociosanitario San José y el psiquiátrico San Juan de Dios antes de finalizar en las residencias de ancianos San Pablo y Padres Paúles para poner el colofón a una jornada mágica.

Autor:P.?Fuertes Teruel