La ciencia se ha convertido en un recurso importante para el desarrollo de la provincia
La ciencia y la I+D+i es el recurso de desarrollo más importante de los países más avanzados, y en la provincia de Teruel se ha convertido ya en un elemento clave. Así lo avalan los cerca de 2,5 millones de turistas que han acudido en los últimos tres lustros atraídos por Dinópolis al abrigo de los hallazgos que está realizando la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, cuya importancia traspasa las fronteras nacionales y su proyección llega a prácticamente todos los continentes. A ese proyecto se suma ahora el de la astrofísica con el Observatorio de Javalambre, que también tendrá a partir de este año un centro llamado Galáctica para la difusión al gran público en Arcos de las Salinas.
Teruel se ha convertido definitivamente en una provincia de cultura científica, aunque el discurso todavía no cale por completo entre los propios turolenses, no así entre los visitantes, que llegan a sus comarcas atraídos por el potencial en recursos científicos. Por un lado están los fósiles a través de la Fundación Dinópolis y los centros del parque paleontológico repartidos por todo el territorio turolense, a lo que se han sumado otras iniciativas como el Dinopaseo de El Castellar. Pero también tiene un peso importantísimo su geología como recursos turístico, avalado a finales del año pasado por la Unesco al ser reconocido el Geoparque del Maestrazgo como Patrimonio Mundial dentro de la nueva figura de protección aprobada en la conferencia del organismo internacional celebrada en noviembre en París.
La limpieza de sus cielos nocturnos es otro potencial que posee la provincia, motivo por el cual se ha construido el Observatorio Astrofísico de Javalambre en el Pico del Buitre. El proyecto científico, que ha dado pasos importantes durante el año pasado, se verá completado a lo largo de 2016 con la apertura de Galáctica, el centro para la difusión y práctica de la astronomía construido en Arcos de las Salinas.
El director del Cefca, Mariano Moles, asegura que Galáctica estará lista para abrir las puertas este año, ya que lo que quedaba pendiente está ya en marcha. El edificio terminó de construirse en 2015 y se trabaja actualmente en todo el procedimiento, muy avanzado, para el asfaltado del camino de acceso, cuya obra está adjudicada ya, y la adquisición del mobiliario del edificio. Los telescopios que albergará el centro, entre ellos un potente T80, están también contratados e igual sucede con las cúpulas, que se encargará de construirlas un taller de Teruel.
A finales de 2015 arrancó con éxito el proyecto científico del J-PLUS, consistente en las observaciones sistemáticas con el telescopio pequeño de Javalambre, el T80, que desde diciembre trabaja a pleno rendimiento.
El J-PAS, el proyecto científico de mayor envergadura, consistente en la realización de un cartografiado del universo, se hará con el telescopio grande de Javalambre, el T250, cuya puesta a punto se realizó durante el año pasado. Moles asegura que para la primavera de este ejercicio se podrá trabajar ya con él mediante una cámara que va a permitir enpezar a hacer el trabajo científico con este instrumento de observación. En junio está previsto que llegue la cámara científica definitiva, aunque su puesta a punto llevará varios meses. Este equipamiento es también uno de los más potentes desarrollos científicos que se han hecho ya que es única en el mundo.
Reconocimiento
Los que llevan tiempo trabajando a velocidad de crucero son los paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, que el año pasado vieron reconocida su labor con varios premios. En marzo recibieron el Premio José María Savirón a la Divulgación Científica en la Universidad de Zaragoza, un reconocimiento al que se sumaron el premio Tercer Milenio en el apartado de Divulgación en la categoría de Ciencia y Sociedad concedido por Heraldo de Aragón, y el premio al mejor corto de Ciencia en Acción por la película La mina de los dinosaurios, realizada por los paleontólogos de la Fundación con la participación del prestigioso cineasta del género documental Javier Trueba.
Esta película es una de las joyas que pueden verse en el nuevo satélite de Territorio Dinópolis abierto en marzo en Ariño, dedicado a los importantísimos hallazgos de la mina Santa María del grupo Samca en dicha localidad. Fue una de las novedades destacadas del año, cuyo contenido museístico corrió a cargo de la Fundación Dinópolis. En la sede se exhiben los nuevos dinosaurios hallados en esta parte de la provincia como Proa y Europelta, de los que se pueden ver reconstrucciones corpóreas, en el primer caso de la cabeza y en el segundo del cuerpo entero.
Otro dinosaurio con ADN turolense se sumó este año a la amplia nómina de gigantes del Mesozoico en la provincia de Teruel. En junio, los paleontólogos de la Fundación publicaron la nueva especie hallada en Galve, bautizada como Iguanodon galvensis, en honor a la localidad, dentro de un amplio trabajo en el que se documenta la existencia de una guardería hace 127-129 millones de años. En total se describieron un ejemplar adulto, otro juvenil y 13 crías, en uno de los descubrimientos más reveladores del año dentro del mundo de la paleontología de dinosaurios.
Otras nuevas especies de vertebrados se sumaron a la nómina de animales extintos descritos por primera vez en Teruel, como la tortuga Toremys cassiopeia, en una provincia hacia la que miran otros países como modelo de desarrollo en lo que al uso de los recursos paleontológicos y geológicos se refiere. Científicos europeos, americanos, africanos y asiáticos visitaron la provincia con ese fin. Tal es la proyección internacional alcanzada, que la telaraña de San Just fosilizada en ámbar, cuya publicación científica apareció durante la década pasada en la revista Science, figuró en un libro del Natural History Museum de Londres como uno de los 100 fósiles más representativos del mundo.
El Museo Aragonés de Paleontología que alberga Dinópolis exhibió también nuevos fósiles de diplodócidos en su vitrina de novedades, donde también pudieron verse las huellas 4D descubiertas en Alcalá de la Selva. Y en marzo El Castellar inauguró su Dinopaseo, que ofrece un recorrido por las calles del pueblo para mostrar los hallazgos de dinosaurios encontrados en el municipio a través de réplicas de sus pisadas y reconstrucciones corpóreas.
La Fundación Dinópolis desarrolló además una importante labor de difusión de la riqueza paleontológica de la provincia en sitios como Madrid, lo que contribuye a la atracción de turistas al conjunto paleontológico turolense. En primavera, llevó al Museo Nacional de Ciencias Naturales una exposición sobre Colosos de Aragón y posteriormente participó activamente en la XLVII Feria Nacional del Sello en la plaza Mayor de la capital de España. Los dinosaurios turolenses viajarán a partir de ahora por todo el mundo a través de los sellos.
El Cefca también ha alcanzado una gran proyección internacional aunque todavía está en fase de puesta en marcha de los telescopios de Javalambre. La tecnología aplicada desde el departamento de Ingeniería en estas instalaciones es ya referente, y un trabajo de astrofísica liderado por Carlos Hernández Monteagudo, en el que se detectó por primera vez la materia escondida en las galaxias, dio la vuelta al mundo.
El año de Turiasaurus
Si alguien ha protagonizado el año científico en 2015 en la provincia de Teruel ese ha sido Turiasaurus riodevensis, el dinosaurio gigante de Riodeva, el más grande de Europa, cuya zancada llegó hasta Japón durante el pasado ejercicio para participar en la exposición Mega-dinosaur. Además, una de las novedades de Dinópolis fue la inauguración del nuevo espacio Tierra Magna, donde se exhibe un corpóreo a tamaño natural de Turiasaurus, del que también se reconstruyó el esqueleto completo y se presentó una tesis doctoral a final de año.
Pocos secretos le quedan ya a Turiasaurus gracias al trabajo desarrollado por la Fundación Dinópolis. Tras varios meses oculto bajo una gigantesca carpa mientras se construía, en mayo de 2015 vio la luz la reconstrucción del corpóreo de Turiasaurus, realizada a partir del estudio científico que se ha hecho de este animal cuyos fósiles fueron descubiertos en el año 2003.
Dos meses después, una réplica exacta a la que se exhibe en la sede de Titania en Riodeva viajaba a Tokio, en Japón, para participar en una exposición por la que pasaron cientos de miles de personas. El Turiasaurus de Japón se convirtió en uno de los iconos de esta muestra, hasta el punto de que estuvo presente en la mayor parte de los productos promocionales y los recuerdos que se pusieron a la venta, desde peluches hasta maquetas.
El año para Turiasaurus finalizó con la defensa de una tesis doctoral en Madrid sobre la anatomía funcional de este dinosaurio de grandes proporciones, a cargo de Francisco Gascó, que durante cuatro años trabajó en la Fundación Dinópolis. La investigación reveló que este Gigante Europeo pesaría menos de lo que se había estimado en un principio, aunque sin perder su descomunal tamaño, gracias a los nuevos cálculos realizados. La presencia de sacos aéreos, al igual que en las aves, habría permitido que Turiasaurus fuese más ligero, lo que habría facilitado que alcanzara semejantes dimensiones. El peso de este ejemplar habría sido de 20 toneladas, cuyo esqueleto completo también fue reconstruido por la Fundación durante al año pasado.
El Geoparque del Maestrazgo, Patrimonio Mundial
Una de las grandes noticias en el ámbito científico, por su repercusión internacional, fue el reconocimiento en noviembre del Geoparque del Maestrazgo como Patrimonio Mundial de la Unesco, en el mismo año, además, en el que revalidó su condición como tal tras la visita de expertos realizada a mitad del ejercicio.
El organismo internacional aprobó en su última conferencia, celebrada en París durante el mes de noviembre, un nuevo programa, equivalente al de Patrimonio Mundial, por el que fue reconocido bajo el sello de la Unesco la figura de los Geoparques.
Un total de 120 lugares en el mundo, que forman parte de la Red Global de Geoparques, entre ellos el del Maestrazgo, pasaron de esta manera a ser reconocidos como Patrimonio Mundial. El del Maestrazgo fue uno de los pioneros con otros tres en el año 2000.
Autor:Redacción Teruel